lunes, 20 de septiembre de 2010

¡Viva México! ©



De la Sierra Morena al Istmo de Tehuantepec se escucha al unísono un bello cántico dedicado a dos millones de kilómetros cuadrados de selvas, manglares, valles, ciudades, lagos y mares; todos estos engalanados con un hermoso pueblo.
Del mar de Cortés al Golfo de México revolotea una parvada de golondrinas como haciendo una plegaria a esta patria colmada de sangre caliente y almas valerosas. Del gran Desierto de Gila hasta la Riviera Maya se percibe un deseo de invocar a quienes engrandecen al país; y por quienes se celebran éxitos y luchas. Sobre el Cerro de La Silla y por el del Tepeyac se asoma majestuoso el sol para hacer respetuosamente un saludo a nuestro lábaro patrio. En cada rincón de México se recupera la memoria y se festeja a un país que ha sufrido de adversidades, pero que cada día gana más adeptos. Es tiempo de honrar, es día de celebrar y es momento de reflexionar.

Hermosa se ve la Diosa Niké, surgida del Olimpo y símbolo de la victoria. Es testigo silencioso del tiempo y se mantiene orgullosamente erguida sobre las alturas de la Ciudad de México para glorificar al Ejército Insurgente y su triunfo sobre las tropas españolas. De la Acrópolis a la gran Tenochtitlán emerge más resplandeciente que nunca nuestro Ángel de la Independencia como una visión de esperanza para toda una nación.
Se cumplen doscientos años de festejar la libertad; pero se conmemora un año más de lucha por un México al alcance de sus ciudadanos.

Las avenidas concurridas, los caminos verdes y las veredas tropicales, perecen dirigirse hacia un mismo destino: Un México mejor. Los grandes edificios, los Gigantes de Tula, los majestuosos palacios y las imponentes pirámides se visten de gala y con luces de color para inmortalizar el deseo de igualdad. Las palomas, al revolotear, parecen reverenciar a la tierra y el cielo se pinta de tricolor para venerar a todo un pueblo que sobrelleva históricamente la opresión, pero que resurge cada vez con la esperanza. Los juegos de luces iluminan al país como esa grata exaltación que sobrepasa la voluntad.

Es día de festejar y conmemorar a todos aquellos héroes que han luchado por México. Hoy es momento de enorgullecer a todos esos mexicanos valientes que vivieron y murieron por el país. Los cañones deben de rugir para alabar a los compatriotas que se han ido cuando el país despierta siendo víctima de las constantes pruebas de la Naturaleza, así como a los compatriotas que desafortunadamente los alcanzó el desfortunio o la violencia. Afortunadamente este México nunca se raja y demuestra su valía cada vez que sale triunfante ante la adversidad.

Hoy huele a copal y a tierra mojada más que nunca. Se respira el olor a piloncillo y a pólvora perfumada de flores silvestres. Las aguas del Papaloapan y del Bravo, saben a Mezcal y su torrente se percibe osado para que nada interrumpa ese mensaje de esperanza que llevan al océano. Se une al festejo patrio el viento ayudando a las miles de gargantas a dar la más grande de las serenatas. Los que están más allá de las fronteras alcanzan a escuchar, de entre las barreras del idioma las matracas y las trompetas. La bandera se observa a toda asta y los cenzontles se ven volando sobre Montealván, Chichén y Tlatelolco.

En todos los estados se brinda con aguardiente, con pulque o con champaña, mientras se disfruta del Vals Sobre Las Olas o El Son de la Negra. Las Delegaciones y Municipios a lo largo de la República se convierten en Dolores Hidalgo cuando se da “El Grito”. Los paisanos alrededor del mundo hacen de las embajadas, los consulados, y plazas de otros países un “Zócalo” donde pueden festejar a México en la distancia.
El Mariachi canta desde Cocula hasta la Selva Lacandona las melodías que les pide la gente. El giro y el colorado pelean a muerte para darle vida a las fiestas que hacen del País un grito de celebración para todo el mundo y el “Caballero Águila” ofrece su vida y su danza al México de sus recuerdos.

Hoy se conmemora el Grito de Dolores, Los Cantos de Jalisco, las voces de Oaxaca, así como los murmullos de Comala. Se escuchan las guitarras de Paracho y se huelen las cajitas de Olinalá. Se cantan las canciones de José Alfredo y se leen los poemas de Netzahualcóyotl. Se festeja con “castillos” y “toritos” el camino al progreso. Se grita con trompetas y guitarrones el deseo de trascendencia. Se intenta escribir con tinta indeleble un nuevo capítulo en la historia de México: Justicia e Igualdad.
Son doscientos años de un México libre de la Colonización; pero son siglos de cultura y tradiciones inolvidables.

Hoy no hay marchas; hay desfiles. Hoy no hay reclamos; hoy se canta el “Cielito Lindo”. Hoy no hay truhanes ni pistolas: sólo alebrijes y baleros. Hoy no hubo balas, sólo “cuetes” tronadores. Hoy no hay llanto; sino algarabía. Hoy hay paz de San Cristóbal de las Casas a Ciudad Juárez. Hoy no se derrama la sangre, sólo el tequila.
Las calles se llenan de jubilo por que de todos lados aparecen los “danzantes”, los mimos y los Tríos. Se llenan las plazas de niños con sonrisas acompañadas de bigotes postizos, así como chulas “Adelitas” y coquetas “Chinas Poblanas”. Está el “Rey Feo” en la cárcel de la feria y la “Flor Más Bella del Ejido” baila al ritmo de la Tambora. La gente camina alrededor de los Kioscos aprovechando que hay pretexto perfecto para vestirse de charro. Los buñuelos están por doquier, los pambazos y las tlayudas están a la orden y el ponche y café con piquete están bien vistos. Las trajineras está repletas y no cabe nadie más en las cantinas. Se ven nopales en las esquinas y pencas de Maguey en los parques. Se baila el “Jarabe Tapatío” y la “Danza del Venado”. La sed se calma con el agua de horchata y el tepache y el paladar exige la “Cochinita”, Los “Chiles en Nogada” y el “Pozole” verde, blanco y rojo… La gurrumina te adelanta el porvenir y en Catemaco las limpias son socorridas. El chango y el coyote juegan con un trompo mientras que el ocelote y el jaguar resguardan un monte en done se alcanza ver a lo lejos un águila devorando una serpiente. En el cielo se forma el Calendario Azteca con las estrellas y las nubes emulan a nuestros muralistas. Los sentimientos por la Nación repican en el alma como queriendo salir y ser escuchados por todos y el corazón parece que quiere cantar una copla. Hoy Quetzalcóatl recita una “Bomba” y hasta la “Llorona” grita ¡Viva México!

Por todos lados se recuerda que se cumplen doscientos años de la Independencia y Cien de la Revolución. El tema de la Plaza de La Constitución es el “El Bicentenario”, pero el motivo de la reunión es festejar a México. Para la multitud el protocolo es lo de menos, lo importante es celebrar. La gente entiende que nunca se debe de ser rehén de la historia; sino aprendiz de la misma. Los mexicanos hoy quieren ser, más que nunca, parte de esa historia, para encaminarla al bienestar.

¡Viva los héroes que nos dieron patria!, ¡Viva el pueblo que mantiene vivo al País! ¡Viva la raza valiente! ¡Viva las tradiciones y el folklore! ¡Viva la cultura! ¡Viva la familia! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Allende!, ¡Viva Juárez! ¡Viva Rulfo! ¡Viva Tamayo! ¡Viva Fuentes! ¡Viva Lara! ¡Viva Sabines! ¡Viva Negrete! ¡Vivan los hombres y mujeres que quieren al País! ¡Viva Doña Sultana y Don Perengano! ¡Viva los mexicanos! Y ¡Qué viva México!...

Alex VC

martes, 7 de septiembre de 2010

Oda A La Resaca ©


Tan esplendoroso y audaz surges cada mañana,

siempre fastuoso y épico como sólo tú lo logras.

¡Oh! Astro Rey ¿Cuánto te debo, y porqué así me lo cobras?

Si de tu luz no requiero ni las sobras,

Y menos después de la jarana.


La parranda y despilfarro culminaron en atraco,

de ahí que mi moral se hunda en una balsa.

Espero esta vez cumplir la promesa falsa,

de no amistar o departir con Baco.


La jaqueca desentona con sonidos estridentes,

la sinfonía de la mañana parece desafinar.

Surge el odio por los pájaros y su cantar,

la neuralgia hace paganos a creyentes.


Mujer repentina que careciste de nombre,

fuiste vapor de agua rumorosa.

En mi despertar resultaste maliciosa,

supiste seducir y desvalijar al hombre.


En la cama hay vestigios de arrumaco,

pero sólo queda un contendiente.

En el aire hay humo de tabaco,

en la sangre hay aguardiente.


Despabilo solitario y con inauditas visiones.

Con añoranza de pócimas y raudo bienestar,

bienaventuranza que no veo llegar,

por ser marioneta de las pasiones.


Casi de pie y con la conciencia deteriorada,

tomo el día, según la angustia hace entender.

Espero —con ansia— llegue el anochecer,

minutos después de la alborada.


El error es de la persona y no del momento,

al no saber interrumpir la fiesta.

No queda tiempo para la siesta,

sólo apuro y arrepentimiento.


Compañeros y camaradas juerguistas,

quizá sufrirán con la misma pena.

¿Me pregunto si compartiremos la condena?

¿Acaso sus enmiendas están listas?


La razón exige las actividades;

aunque la modorra opone resistencia .

El remordimiento brota con insistencia,

ante las más absurdas necedades.


El tiempo parece parsimonioso;

y eso que han pasado varias horas

de ese despertar tan laborioso,

que no sabes si ríes o lloras.


Tu esplendor se ha vuelto un cataclismo,

para mi pecado y desmadejamiento.

¡Oh! Imponente sol, sosiégate un momento,

que mi penitencia será verte contento,

¡Necesito un exorcismo!


Alex VC