martes, 24 de mayo de 2011

A Bob Dylan en su cumpleaños 70:

El tener la mitad de tu edad nunca fue impedimento para disfrutar de tu música, por el contrario, mi juventud y tus canciones forjaron una amistad tan grande que, a veinte años de distancia, sigue tan fuerte como tu voz y mis ímpetus de aquellos tiempos. Siempre he dicho que el descubrir tu repertorio no fue obra de la casualidad, sino del tiempo. Era solamente cuestión de genética el ser admirador de tu talento, ya que mis antecesores hablaban de ti una década antes de que yo viniera a este mundo. Hoy que dejé de ser un adolecente, pero que como tú nunca seré un viejo, escribo en papel lo que has significado y toco en guitarra lo que me has regalado. Si cada joven a la edad de 12 años pudiera toparse con tu talento, la música cumpliría en ese instante con su cometido en el mundo, y si la canción pudiera ser “The Times They Are A-Changing”, entonces, todos entenderían que mi comentario jamás podría ser exagerado. En este día tan tuyo, y tan especial para muchos, te dedico tu propia canción, ya que la mejor manera de homenajear a alguien como tú, es con una canción como esta: