lunes, 13 de mayo de 2013

Lo Común Y Lo Corriente ©



Algunas veces lo común se confunde con lo ya acostumbrado, con lo monótono o lo aburrido. Inclusive, hay quienes lo confunden con lo ordinario y hasta con lo vulgar; pero, si observamos con atención, nos daremos cuenta de que estos parecidos se acercan más a lo corriente.  


Lo común es lo que nos ensambla como colectividad, la correspondencia constante que parece fortalecer los eslabones más débiles de la cadena social. Lo común es lo habitual: lo que está ahí todo los días atrayendo nuestra atención, lo que está a nuestro alrededor esperando nuestro accionar; pero también es lo abundante: lo que nos concierne a todos, lo que interesa para nuestro entorno. Es ese cúmulo de eventos y cosas que despiertan las buenas acciones y las buenas intenciones. Y lo fuera de lo común, que siempre es bienvenido, es ese segundo esfuerzo, ese empujón que desarrolla la creatividad y abrasa la pasión. De ninguna manera lo común es lo descartado por conocido, lo que no mueve ninguna fibra del cuerpo o lo que no despierta más que desinterés e indolencia, no, eso es lo corriente…


Es fácil descubrir lo común, sólo se necesita visión panorámica e interés. El que abre bien los ojos encuentra lo que busca y se sorprende de lo que encuentra. El que los abre a medias puede distraerse con lo corriente. Y no se trata de despreciar lo que no se comprende; sino de desechar lo que no sirve. Es muy fácil: el mundo gira alrededor de lo común, lo fuera de lo común lo mantiene en constante movimiento y lo corriente hace que pierda, por momentos, el ritmo. 


Lo común es alzar la voz cuando se canta, es mover los pies cuando se baila, es cerrar los ojos cuando se besa, es suspirar cuando se sueña, es caminar sin provocar caídas, es beber sin dejar a nadie sediento, es dar sin pensarlo demasiado, es compartir cuando se tiene poco o demasiado; es levantar al que tropezó, es impulsar al que quiere volar, es provocar risas y libertad. Lo común no es transgredir, no es sobajar, no es discriminar, no es corromper, no, eso es caer en lo corriente… 


No podemos creer que lo corriente está por encima de lo común, no se puede vivir en el desanimo y mucho menos en la derrota. No podemos aceptar que lo corriente es ya parte de lo cotidiano, no, de ninguna manera. Los abusos y las perversidades; aunque llegan a ser constantes, nunca serán parte de lo común. Siempre serán el accionar de lo corriente. 


Lo común es parte de la voluntad. No es actuar sin hacer uso de la razón o haciendo uso del egoísmo.  Lo común es lo positivo, lo que se desea para bien, lo que sueñas en cambiar y en alcanzar.

Aunque no lo parezca para algunos, los comunes somos los más; de eso deberíamos darnos cuenta. Somos mayoría abrumadora, sin corrientadas como: verdades a medias, información maniatada o estadísticas convenencieras; no, la realidad es inquebrantable y “El bien común” es la que la sostiene. Y si bien existirán los que traten, por distintos medios, de nublar esa realidad, temo decirles que la verdad está de nuestro lado: ésta es parte de lo común. No olvidemos que las mentiras siempre han sido, y serán, el lenguaje de lo corriente…


Alex VC