viernes, 3 de junio de 2011

The Cars: Sad Song (Una Carrera Hacia Los Orígenes) ©




Existen fórmulas que nuca dejan de ser efectivas, ni siquiera después de haber permanecido demasiado tiempo en el baúl de los recuerdos. El mundo de las melodías, cada más pletórico de novedades, frecuentemente suele hacer pausas inteligentes dentro de sus proceso creativos para conmemorar a aquellas épocas que fueron de gran ayuda para orientarlas por el camino del éxito. Esta vez, el Rock &Roll disminuye la velocidad para rememorar a esa fórmula que concibió al New Wave como un movimiento importante para su desarrollo, e hizo de The Cars una de sus bandas por excelencia.
La agrupación norteamericana reaparece después de una larga ausencia para hacer uso de los sonidos de antaño, esos que nunca se perdieron entre los recovecos de la música, aquellos que fueron fundamentales para colocar al otrora quinteto en la preferencia del público y que los mantienen, hoy en día vigentes, después de más de 30 años de haber emergido. Los miembros sobrevivientes de The Cars lanzan al mundo “Sad Song” después de un extenuante recorrido por la solitud, la experimentación y hasta el fallecimiento, para estacionarse por tiempo indefinido en los orígenes y lanzar su nueva obra cargada de ese combustible que tanto añoraban sus seguidores. El sencillo, como salido de esa arca de remembranzas, sirve a la perfección como preámbulo de su nuevo material discográfico (Move Like This), no solo por su calidad, sino, porque incita a los sentidos a querer saber más de su propuesta. La canción no necesariamente evoca a la tristeza, pero hace recordar que Benjamin Orr no se encuentra más en las líneas del bajo. Tampoco es una canción absolutamente alegre, pero sí repleta de ritmos y sonidos que invitan, de manera inmediata, a la agitación. Como consecuencia de los sintetizadores y las guitarras está el transportarnos a la consolidación del grupo, y el escuchar detenidamente, hace que la voz de Ric Ocasek se escuche como salida de un vinil de los 80´s. La atmósfera que provocan los acelerados bits se desentiende un poco de la lírica, y aunque los sonidos se alejan de cualquier esquema actual, para los oídos resulta sumamente familiar. The Cars está de regreso para beneplácito de miles alrededor del planeta y su fórmula se conserva exitosa, como lo fue en sus inicios. Los de Boston lograron captar, una vez más, la atención del medio musical, aún después de dos décadas sin presentar un nuevo disco. El ahora cuarteto está de vuelta como si no hubiera pasado nunca el tiempo y como si las segundas oportunidades estuvieran a la orden del día. Su talento está de nuevo al alcance para los que lo deseen disfrutar y el resultado de su nueva empresa fue el acostumbrado: Una victoria más.

Alex VC

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