martes, 6 de abril de 2010

Tradición Melómana o Ganas de Fregar ©


Requiriendo la dosis diaria de cafeína, y alentado por la ociosidad del momento, hice reverencia a la rutina dirigiéndome a un pintoresco merendero en el jardín de Coyoacán. En dicho lugar, paso las tardes/noches leyendo algunos contenidos, platicando algunas que otras sandeces y escribiendo varias y varias boberías. Ya acomodado en la mesa de rigor (la cual es la que caiga por que cada vez somos más los recurrentes), y sin el mínimo afán de informarme de más, empecé a echarle ojo a un diario deportivo que algún comensal había dejado en la mesa. Mientras me quejaba de lo desentendidos que eran los camareros, entendí que el ser ocupante del mobiliario instantáneamente me convertía en el usufructuario del periódico olvidado. Por lo que comencé a enterarme de los acontecimientos deportivos que habían sucedido durante la semana. Después de algunas hojeadas, realmente no existían noticias novedosas o de interés. Estaba lo de siempre: La Selección Mexicana está mas que lista para jugar los tres (tal vez cuatro) partidos que le corresponden en el Mundial antes de regresar a la concacafquiana realidad; el América cada vez ofrece espectáculos mas deleznables y nuestras autoridades del deporte cada vez apoyan menos a nuestros atletas que más lo merecen. Es decir, la misma “sopa” de siempre pero condimentada con el “Clásico” nacional.
Cuando me topé con la sección de espectáculos, mis ojos detectaron un encabezado, el cual aparece cada década, pero provocando siempre el mismo erizamiento epidérmico: “Paul McCartney dará concierto en la Ciudad de México el 27 de mayo”.
Como de rayo, y aprovechando la cercanía de mi morada, apliqué la graciosa huida para sumergirme en la red con la esperanza de encontrar respuestas a mis miles de dudas. Cuando llegué a la comodidad de mi sillón me dí cuenta, con rabia y odio a mi persona, que la cuenta del Internet no se paga sola, y por lo mismo, estaba privado del servicio hasta pronto pago.
Ya en la resignación obligada, pero maldiciendo a la negligencia coloque el “Abbey Road” para dejar de lado con “Oh! Darling” lo mentecato que puedo llegar a ser, e imaginar con “Golden Slumbers” lo que sería asistir de nuevo al concierto del Ex Beatle. Y así pasé horas de angustia esperando que llegara el sueño, y el día siguiente, para corroborar la noticia.
Con los primeros rayos del sol (del medio día) confirmé que el rumor era más que un hecho. Cotejando la información en los diarios y con los compañeros Beatlemaniacos caímos en cuenta que el artista más grande en la historia del Rock & Roll regresa a la Cuidad de México después de ocho años de ausencia.

Mi historia con Sir Paul es “larga pero no sinuosa” de ahí mi admiración. Siendo apenas un mozalbete, el Rockero mayor de la familia (y quien me heredó sus genes) me presentó con el “Cuarteto de Liverpool” e hizo de mí un seguidor incodicional de su talento. Conforme pasaban los años me fui convirtiendo en un apasionado de la música (melómano enfermo) y me fui adentrando en el Rock y sus corrientes musicales.
Incursionando en la pubertad, y sin ser el mejor de los estudiantes, mi antecesor me proveyó amablemente de presupuesto para iniciar mi acervo musical y para disfrutar de las melodías de mis ídolos en vivo y a todo color.
Llegando a la adolescencia empecé, junto con un entrañable amigo a quien conozco desde infante, (y quien hoy en día disfruta de las buenas melodías en tierras asiáticas) con una tradición que data de veinte años: Asistir a cuanto concierto se organice en la Ciudad de México sin tomar en cuenta las consecuencias. A medida que pasaron los años varios amigos se fueron sumando a la costumbre, y ahora en la etapa adulta, disfrutamos afanosamente de los conciertos sin importar el género musical. Pero admirar a un monstruo de la escena y escuchar “Yesterday” interpretada por su creador siempre será incomparable. Por algo nunca logras olvidar sus conciertos y no existe escenario en el mundo que no se rinda a sus pies.

Todavía me acuerdo la primera vez que nos visitó y las mariposas que papaloteaban en el estómago cuando esperábamos que saliera a cantar. La manera en que nos dedicó “Let it Be” a los asistentes y la media hora que coreamos “Na-Na-Na-Na” al final de “Hey Jude”. Yo tenía dieciséis años y nunca voy a olvidar las lágrimas de los veteranos al ver por primera vez de cerca al ícono del Rock, y después de treinta años de espera. Recuerdo también su visita del 2002 y la emoción al verlo salir con su Bajo en forma de violín y con un saco azul como conmemorando, al mismo tiempo, las épocas de Hamburgo y las del Sargento Pimienta. Esa noche nuestras voces hacían retumbar el domo de cobre como pidiendo que el próximo concierto fuera de nuevo en el Foro Sol. Qué emotivo fue, y cómo nos sacó las de cocodrilo cuando le dedicó “Something” al recién fallecido George Harrison en nuestro “Día de Muertos” y con su ukelele.

Los recuerdos están intactos, y aunque ya lo he visto con anterioridad, el fanatismo me dice que no puedo perderme el evento. Las eternas habladas afirman que sería la última gira del que fuera líder de “Wings” y de muchas opiniones. Ya chequé los precios de los boletos y se volaron la barda como siempre. El escuchar “Band On The Run” de cerca cuesta cuatro mil pesos y mi Jefe como que se quiere pegar. Mi cuenta bancaria en estos momentos se encuentra más perjudicada que Pompeya, y aunque el horno no está para bollos, sé que la razón me habrá de desamparar. Entiendo que llevo gastados cúmulos de pesos en conciertos anteriores pero tengo un compromiso con la tradición y con las ganas de fregar.

Todavía falta una semana para que salgan los boletos a la venta e inicie el atraco de los organizadores. Todavía no se que va a suceder pero ya tengo mis sospechas. Espero realmente que esta historia tenga un final feliz y que el centésimo cuadragésimo séptimo día del año lo festejemos en el Autódromo Hermanos Rodríguez entre nostalgia, interpretaciones musicales y tacos de cochinita.

Alex VC

2 comentarios:

  1. Espero que puedas escribir como estubo el concierto mi querido Beatlemaniaco. Te mando un abrazo y felcidades por el Blog.

    El miércoles tocamos una de Sir Paul para festejarlo

    Armando Prieto: también fan de la música y la buena lectura.

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  2. La música y tu son uno mismo. Lu ;)

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