jueves, 8 de marzo de 2012

Mi Cumpleaños (La Friolera De 35 años) ©

Por  fortuna, y para poder vivir para contarlo, amaneció otra vez siendo mi cumpleaños. La mañana pareciera ser como cualquier otra: el sol se mantiene en su lugar de costumbre, el clima de marzo está en sus niveles permisibles y el tráfico es a todas luces absurdo. Los timbrazos del despertador fueron insensibles como acostumbran serlo y mi negativa a madrugar es idéntica a la de cualquier jueves; pero las demostraciones de afecto hacia mi persona, que gratamente no han cesado desde las primeras horas de este mi día, han hecho del mismo, el mejor del incipiente año.  
A partir de muy temprano, e inclusive, desde las postrimerías del día de ayer he recibido demostraciones de afecto, llamadas de felicitación, así como mensajes de amigos y familiares quienes han atiborrado de emoción mis momentos. Todas y cada una de sus muestras de cariño las he de amontonar por lo que me queda de vida y me faltará tiempo para correspondérselas, mientras tanto, mando de regreso (y a manera de reembolso) besos y abrazos al aire para que los alcancen y los hagan suyos para siempre.
Exactamente cumplo la friolera de 35 años, por lo que cae a mi consideración, que me encuentro en la medianía de la expectativa de vida actual y a un lustro del engorroso examen de la próstata. Éstas tres décadas y media han sido tal cúmulo de emociones y experiencias que podría pensarse son propias de un quincuagenario; y no porque físicamente represente esa edad, porque la verdad es que no estoy tan tirado a la calle, sino porque mi andar en este tiempo comenzó con mis primeros pasos y mi constante pasear por la vida ha sido desde que aprendí lo que significa el deleite. Mis gratos recuerdos los atesoro con cariño porque  los  copartícipes de los mismos han llenado mi vida de alegrías, y volteando a mi alrededor, me doy cuenta con agrado que la gran mayoría aún se encuentran por ahí.  Si no llego a cumplir con éxito la segunda mitad del promedio de vida en México, espero por lo menos disfrutar de lo que me resta como lo he hecho hasta ahora: gozando de lo que se atraviesa en mi camino y de los que se encuentran en mi corazón desde que abrí los ojos por primera vez. Ojalá que todavía me quede mucho tiempo, porque la verdad es que estoy muy a gusto en este mundo como para irme de retiro prematuro,  así es que espero escuchar por muchos años “Las Mañanitas” antes de “Las Golondrinas”. Afortunadamente,  gozo de una buena salud, por lo que no creo tener que preocuparme por dejar esta dimensión en estos momentos, y para fortuna de los que ya vemos no tan de lejos los cuarentas, el examen de la próstata ya se realiza solamente extrayendo sangre del brazo y no con los métodos infrahumanos de antaño en salva sea la parte…
Recuerdo que cuando paseaba por la pubertad, el cumplir 25 años lo veía bastante remoto, y es que para los imberbes, la etapa de vagancia e irresponsabilidad era tan hermosa que el siquiera pensar en rebasarla era difícil, por lo que imaginar lo que sería cumplir 35 era prácticamente una blasfemia. Cuando rondaba apenas la mayoría de edad, veía como “señores” a los que vivían los treinta, consideraba como “viejos” a todas las personas que pintaban canas, e inclusive, otorgaba el título de “abuelo” a cualquiera que pasara la cincuentena. Ahora que rebaso el cuarto de siglo, y que cada vez aparecen más canas en mi todavía oscura cabellera, entiendo que de mozalbete decía bastantes estupideces, ya que para viejos los cerros, y para señores, los que están sentados en La Suprema Corte de Justicia.
El tiempo ha pasado volando, y seguramente ha sido así, porque me he divertido horrores desde que aprendí a reír; y aunque la juventud se está convirtiendo en un accesorio difícil de combinar con mi vestimenta, la vejez no es algo que todavía me siente bien. Para alguien que le ha dado vuelo a la hilacha desde la adolescencia sigo estando cercano a lo sano. Las arrugas de la frente cada vez toman peores formas, pero la carrocería sigue estando en condiciones de aguantar grandes premios. Hoy tomo consejos de la edad, pero me sigue sonsacando la juventud, y no obstante que los años ya se quedan en el espejo, de repente sigo viendo al niño que tanto le gustaba vagar y al jovenzuelo que hacía barrabasadas como deporte al afeitarme los cachetes.
Como cada año, comparto mi día con todas las mujeres. La coincidencia es tal vez porque soy su más grande admirador y hoy aprovecho mi dicha para felicitarlas y reiterarles mi eterno afecto y enajenamiento.
Gracias familia y amigos por tanto regalo. Esto que escribí es solamente una manera obscena de corresponderles los agasajos a mi corazón, pero es la forma en que lo sé hacer y va con mi inmortal aprecio.
Alex VC

3 comentarios:

  1. Como puede ser que mi "bebe" ya sea un hombre de 35, dificil de creer y ha sido tan facil quererte a lo largo de tu vida.
    Te felicito por ser el hombre maravilloso que eres y te deseo todo lo mejor que hay en el universo.
    Marcela
    PD hasta con 50 seguiras siendo "mi Bebe"

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  2. Ale: Siempre has sido una persona que disfruta de la vida y haces que los que esteos cerca la disfrutemos como pocas veces lo hacemos, sigue siendo como eres y sigue riéndote como lo haces! Otra vez muchas felicidades. te quiero!!!! Besos Susy Lu

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  3. Muchas felicidades atrasadas jajaja!!! Y gracias por la parte que me toca en la dedicación. Me encanta como escribes. te debo como 10 cafés y ahora te pago 30 después de leer esto. te mando un besotooooote!!!!

    Malena B. =)

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